Nació en Yapeyú, provincia de Corrientes el 25 de febrero del año 1778, quinto hijo del matrimonio de Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Su padre fue teniente gobernador de esa provincia. En 1781 su familia se trasladó a Buenos Aires y allí, José, realizó sus primeros estudios. Posteriormente, en 1784, su padre fue trasladado a Málaga, España. El joven José ingresó al seminario de Nobles de Madrid y luego, como cadete, en el regimiento de Murcia a mediados del año 1789. Tuvo su bautismo de fuego en el Sitio de Orán (Africa) a los 15 años de edad, donde fue herido.Participó en diferentes batallas que le permitieron ascender en su carrera de militar hasta que en 1808, por su participación en la batalla de Bailén, obtuvo el grado de Capitán Mayor.
En marzo de 1812 volvió a Buenos Aires, en la fragata “George Canning”. El gobierno de la Junta le encomendó la formación de un escuadrón de granaderos a caballo, del que fue nombrado comandante. A los pocos meses se casó con María de los Remedios Escalada. En 1813 venció a los realistas en San Lorenzo y, tras el fracaso de Manuel Belgrano, fue nombrado comandante del Ejército del Norte. En La primavera de 1814 fue designado Gobernador Intendente de Cuyo, allí refugió a los patriotas vencidos en Rancagua.
Siendo ya Director Supremo, Carlos de Alvear, quien le brindó su apoyo, San Martín se dedicó a organizar un ejército, mientras en Tucumán se declaraba, el 9 de julio de 1816, la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El director supremo Juan Martín de Pueyrredón le nombró General en Jefe del Ejército de los Andes y el 5 de enero de 1817 inició desde Mendoza, donde era gobernador, la marcha para el cruce de la cordillera de los Andes en dirección a Chile. El 12 de febrero, venció a los realistas en Chacabuco y el 14/2 entró en Santiago y nombró director supremo a Bernardo O'Higgins.
Regresó a Buenos Aires con la intención de crear una escuadra en el Pacífico, se negó a utilizar sus tropas en los enfrentamientos entre insurgentes y de nuevo volvió a Chile en el otoño de 1817, aunque su salud no lo ayudaba. Los realistas reaccionaron y derrotaron a San Martín en Cancha Rayada el 19 de marzo de 1818.Los españoles estuvieron a punto de recuperar Santiago, pero con la victoria de Maipú del 5 de abril de 1818, San Martín, aseguró la independencia de Chile y volvió a Buenos Aires, donde la situación era preocupante por el estado de guerra civil entre el poder central y las provincias, lo cual retrasó sus planes hasta 1820, año en que comenzó la campaña de Perú. Con el apoyo de la flota mandada por el escocés lord Cochrane, los patriotas lograron controlar toda la costa del Pacífico, desde el estrecho de Magallanes hasta el Perú, estrechando el cerco sobre las tropas realistas.
Con la intención de negociar la paz realiza acuerdos con los realistas de Perú para que acepten la independencia de Perú, firma el Pacto de Punchauca con el nuevo virrey, José de la Serna e Hinojosa, en 1821. Pero los oficiales realistas se negaron a aceptar ese acuerdo. Reinició la lucha, San Martín entró en Lima en julio de 1821 y proclamó la independencia del país el 28 del mismo mes. Fue nombrado Protector de Perú, convocó un Congreso Constituyente y partió para Guayaquil a entrevistarse con Simón Bolívar, que se encontraba en Ecuador.
Acuerdos con Simón Bolívar
En la entrevista de Guayaquil, celebrada el 26 de julio de 1822 entre las dos grandes figuras de la independencia americana, se trató de la situación general del continente, del futuro régimen de Perú y de la situación concreta de Guayaquil, que dudaba entre mantener la independencia, incorporarse a Perú o integrarse en la Gran Colombia, como al final ocurrió. San Martín se mostró partidario del régimen monárquico en Perú, pero al no contar con el apoyo de los limeños, optó por convocar al Congreso y renunciar al mando en septiembre de 1822, dejando los asuntos del país en manos de Bolívar.
Regreso a Europa
En 1823, pasó por Chile y Mendoza, y después de ir a Buenos Aires, donde volvió sólo con motivo de la muerte de su esposa, marchó a Europa en 1824 con la salud muy quebrantada y en compañía de su hijita Mercedes. Permaneció algún tiempo en Gran Bretaña y Francia antes de instalarse en Bruselas. En 1829 quiso mediar en las cuestiones internas entre los centralistas de Buenos Aires y los federalistas de las provincias, a los que siempre se había opuesto; por ello decidió volver a la patria, pero no llegó a desembarcar y regresó a Europa. Su amigo Alejandro Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir, le ayudó a instalarse en París en 1830 y desde allí escribió numerosas cartas a los dirigentes argentinos. En 1848, casi ciego, se trasladó a Boulogne-sur-Mer (Francia), donde el 17 de agosto de 1850 murió, acompañado por su hija, su yerno, Balcarce y sus dos nietas
En marzo de 1812 volvió a Buenos Aires, en la fragata “George Canning”. El gobierno de la Junta le encomendó la formación de un escuadrón de granaderos a caballo, del que fue nombrado comandante. A los pocos meses se casó con María de los Remedios Escalada. En 1813 venció a los realistas en San Lorenzo y, tras el fracaso de Manuel Belgrano, fue nombrado comandante del Ejército del Norte. En La primavera de 1814 fue designado Gobernador Intendente de Cuyo, allí refugió a los patriotas vencidos en Rancagua.
Siendo ya Director Supremo, Carlos de Alvear, quien le brindó su apoyo, San Martín se dedicó a organizar un ejército, mientras en Tucumán se declaraba, el 9 de julio de 1816, la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
El director supremo Juan Martín de Pueyrredón le nombró General en Jefe del Ejército de los Andes y el 5 de enero de 1817 inició desde Mendoza, donde era gobernador, la marcha para el cruce de la cordillera de los Andes en dirección a Chile. El 12 de febrero, venció a los realistas en Chacabuco y el 14/2 entró en Santiago y nombró director supremo a Bernardo O'Higgins.
Regresó a Buenos Aires con la intención de crear una escuadra en el Pacífico, se negó a utilizar sus tropas en los enfrentamientos entre insurgentes y de nuevo volvió a Chile en el otoño de 1817, aunque su salud no lo ayudaba. Los realistas reaccionaron y derrotaron a San Martín en Cancha Rayada el 19 de marzo de 1818.Los españoles estuvieron a punto de recuperar Santiago, pero con la victoria de Maipú del 5 de abril de 1818, San Martín, aseguró la independencia de Chile y volvió a Buenos Aires, donde la situación era preocupante por el estado de guerra civil entre el poder central y las provincias, lo cual retrasó sus planes hasta 1820, año en que comenzó la campaña de Perú. Con el apoyo de la flota mandada por el escocés lord Cochrane, los patriotas lograron controlar toda la costa del Pacífico, desde el estrecho de Magallanes hasta el Perú, estrechando el cerco sobre las tropas realistas.
Con la intención de negociar la paz realiza acuerdos con los realistas de Perú para que acepten la independencia de Perú, firma el Pacto de Punchauca con el nuevo virrey, José de la Serna e Hinojosa, en 1821. Pero los oficiales realistas se negaron a aceptar ese acuerdo. Reinició la lucha, San Martín entró en Lima en julio de 1821 y proclamó la independencia del país el 28 del mismo mes. Fue nombrado Protector de Perú, convocó un Congreso Constituyente y partió para Guayaquil a entrevistarse con Simón Bolívar, que se encontraba en Ecuador.
Acuerdos con Simón Bolívar
En la entrevista de Guayaquil, celebrada el 26 de julio de 1822 entre las dos grandes figuras de la independencia americana, se trató de la situación general del continente, del futuro régimen de Perú y de la situación concreta de Guayaquil, que dudaba entre mantener la independencia, incorporarse a Perú o integrarse en la Gran Colombia, como al final ocurrió. San Martín se mostró partidario del régimen monárquico en Perú, pero al no contar con el apoyo de los limeños, optó por convocar al Congreso y renunciar al mando en septiembre de 1822, dejando los asuntos del país en manos de Bolívar.
Regreso a Europa
En 1823, pasó por Chile y Mendoza, y después de ir a Buenos Aires, donde volvió sólo con motivo de la muerte de su esposa, marchó a Europa en 1824 con la salud muy quebrantada y en compañía de su hijita Mercedes. Permaneció algún tiempo en Gran Bretaña y Francia antes de instalarse en Bruselas. En 1829 quiso mediar en las cuestiones internas entre los centralistas de Buenos Aires y los federalistas de las provincias, a los que siempre se había opuesto; por ello decidió volver a la patria, pero no llegó a desembarcar y regresó a Europa. Su amigo Alejandro Aguado, marqués de las Marismas del Guadalquivir, le ayudó a instalarse en París en 1830 y desde allí escribió numerosas cartas a los dirigentes argentinos. En 1848, casi ciego, se trasladó a Boulogne-sur-Mer (Francia), donde el 17 de agosto de 1850 murió, acompañado por su hija, su yerno, Balcarce y sus dos nietas